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Frecuentemente la agresividad aparece por miedo o por ira, pero también pueden estar implicadas otras realidades cuyo fin conecta con la supervivencia misma (como la dominancia sexual, la territorialidad, etc.). Este comportamiento forma parte de la gama de la violencia. Son conductas caracterizadas por la resistencia indirecta a solicitudes o exigencias de otras personas y la evitación de una confrontación directa. Se puede manifestar como resentimiento, terquedad, desidia o el fracaso intencionado en realizar las tareas requeridas. Hay una desconexión entre lo que la persona con comportamiento pasivo-agresivo dice y lo que hace. Por ejemplo, las personas que son pasivo-agresivas pueden tardar tanto en prepararse para una fiesta a la que no desean ir, que para cuando llegan ésta prácticamente ha finalizado.
La gravedad del comportamiento varía según las personas. "Mucha gente muestra un comportamiento levemente pasivo-agresivo de vez en cuando"."Si he discutido con un amigo y no le llamo inmediatamente, esto no significa que sea clínica o patológicamente pasivo-agresivo. Pero las personas patológicamente pasivo-agresivas tienden a utilizar su comportamiento como instrumento para sobrevivir, relacionarse e interactuar con el resto de la gente".
incluso los silencios e ignorar a otro es violencia psicológica. Debido a que se opta por no revelarlo a los demás, traduciéndose así en una modalidad de abuso psicológico que daña severamente a quienes se encuentran cerca y erosiona la calidad del vínculo.
El comportamiento pasivo-agresivo no aspira a la resolución de los conflictos, sino que tiene como objetivos la expresión ambigua de las emociones y la producción de algún agravio silencioso.
1. Resistencia pasiva y ambigüedad- aparentemente está de acuerdo pero no lo hace.
2. Sentimiento de incomprensión y falta de aprecio- Expresan que son incomprendidas por los demás, o utilizan todo tipo de chantajes emocionales para obtener el beneficio que buscan, con la clara intención de manipular el afecto del interlocutor.
3. Hosquedad- es una característica central de las personas pasivo-agresivas. Se erige como una actitud áspera, descortés e insensible que se despliega al percibirse contrariadas durante sus interacciones con los demás. Lo común es que se dispare ante una crítica, y su objetivo es generar una atmósfera incómoda en la que se provoque un "giro de los acontecimientos" que les beneficie o que invierta la carga de las "acusaciones". Esto es, busca que los demás reconozcan haberse excedido al transmitirles su descontento.
4. Desdén hacia la autoridad- tienen enormes dificultades para reconocer la autoridad en las demás personas, debido a que les resulta muy difícil tolerar la imposición de normas distintas a las eligen para sí mismos y para otros.
5. Envidia- aparentemente se alegran por los logros de los demás pero albergan dentro de sí mismos una emoción negativa como resultado de estos (y en concreto de no poder adueñarse de esos logros o considerarlos propios). En ocasiones, llegan a minimizar la relevancia de tales méritos ajenos y a subrayar los fracasos previos, o incluso los riesgos de que en el futuro puedan diluirse o resultar infructuosos. También pueden acusar a los demás de que el éxito ha obedecido a factores externos, ajenos a su esfuerzo y capacidad. Por ejemplo suelen enfatizar la contribución del azar, la suerte o la exigencia misma de la tarea ("es que era muy fácil").
6. Actitud lastimera / pesimista - es común en las personas con actitud pasivo-agresiva. Una actitud caracterizada por la auto condescendencia y la voluntad de que otros se compadezcan de ellas, para lo que no dudan en proclamar toda desgracia que les ha tocado vivir como la raíz de aquello que se les pueda reprochar, tomando la actitud de “víctimas”. Suelen hacer creer a los demás que sus fracasos han sido causados por factores externos, como los hados o la fortuna, e incluso culpan a terceros de haber boicoteado sus esfuerzos por lograr lo que se les resistió. Por tanto, rara vez reconocen sus errores, aunque sí se preocupan por destacar los de otros.
7. Oscilación entre la actitud desafiante y el arrepentimiento -se esfuerzan por enzarzar a quienes tienen cerca de ellos en guerras estériles, las cuales avivan sin dudar a través de comentarios nocivos y de la filtración de los secretos que les confían ("voy a contarte algo, pero no digas que te lo he mencionado yo"). Si el conflicto se resuelve, y los implicados analizan su porqué, pudieran acabar aliándose contra la persona pasivo-agresiva que motivó tan hostil situación. Cuando se le piden explicaciones, lo más común es que respondan negando todos los hechos y generando versiones alternativas (que incluyen la mentira). Finalmente, cuando se le posiciona en un escenario del que ya no tiene escapatoria, opta por rogar el perdón porque “no lo hicieron con intención” y tratan de promover sentimientos de lástima.
8. Autosabotaje del trabajo que no le apetece hacer - Algo muy común, íntimamente asociado con el rasgo pasivo-agresivo, es el sabotaje de todas las actividades que responden a una demanda externa. En estos casos, cuando se exige una cosa que en realidad no se quiere hacer, llega a aparecer una actitud de entorpecimiento que desespera al sujeto demandante. Los olvidos, la lentitud, la colaboración deficiente e incluso la procrastinación; son respuestas deliberadas que pretenden motivar una forma de agresión sucinta. En ocasiones, lo que el sujeto pretende es generar un perjuicio intencionalmente, que le libere de todas las responsabilidades para el futuro, dado que se dejaría de confiar en él y podría dedicar su tiempo a las actividades que le interesan.
9. Protesta de que las demás personas hacen demandas excesivas y tendencia a la sobre-argumentación- pueden referir que se sienten "estresados" por las actividades que les han encomendado, pese a que no existe evidencia razonable para esta queja. Cuando se ahonda en los motivos que subyacen a tales negativas, aluden a una retahíla de argumentos deshilvanados, tras los que se oculta la realidad: ejercer una forma de agresión encubierta (privarles de la ayuda que necesitan o estimular la dependencia).
10. Obstrucción de los esfuerzos ajenos- Además de no participar en los esfuerzos que se articulan para la consecución de una meta común, las personas pasivo-agresivas pueden ejercer violencia dificultando a los demás que logren el éxito en sus propias tareas.Todo ello se podría llevar a cabo mediante "acciones" directas (pero sutiles), o a través de ataques a la línea de flotación emocional (desanimando, sembrando inseguridades, incrementando las exigencias de una tarea, promoviendo hechos que entorpezcan la dedicación del esfuerzo o del tiempo necesario, etc.). El objetivo de todo ello sería evitar el éxito de los demás, generar un perjuicio velado y hasta estimular una situación desgraciada en quien es el objeto de su agresión latente.
Si estás luchando contra el comportamiento pasivo-agresivo o consideras que un ser querido puede estarlo, solicita el apoyo de un profesional ! .