Violencia doméstica
Por Psic. Alba Lee
Terapia breve, atención psicológica 24 horas, en línea.
Por Psic. Alba Lee
Existen diversos tipos de violencia, que van desde la agresión física directa que ha llevado a muchas personas a la muerte, hasta la causada por la indiferencia de alguien que teniendo a la persona enfrente, la ignora: simulando no verla, no escucharla, etc., y todo el espectro entre esos dos puntos referentes, como es el burlarse de la persona cada vez que habla, o aún peor aunque no hable, con solo estar presente se le dicen comentarios descalificadores y burlas, ofensas, toda ausencia de respeto a la integridad humana física y emocional, violaciones, acosos sexuales, ocasionando en las víctimas daño psicológico y emocional de por vida.
El abandono de los adultos mayores, que ni siquiera se reporta en la mayoría de los casos por: miedo a la familia del cuidador, vergüenza, sentimiento de culpa, fragilidad física y emocional, demencia y otras patologías, e incluso por vivir amedrentados y amenazados por sus cuidadores.
Otras forma de violencia frecuente, son la negligencia, abuso o abandono, el cual se define como el acto injustificado de desamparo hacia uno o varios miembros de la familia con los que se tienen obligaciones que derivan de la disposición legal y que ponen en peligro la salud o la vida. La violencia se observa en las calles, en los lugares de trabajo, en las escuelas y más aún en lugares tan privados como el seno del hogar. Las víctimas de violencia tienen en común su vulnerabilidad las cuales obedecen a muy diversos factores como: su condición de dependencia económica y/o afectiva, su desvinculación del medio socioeconómico, edad o nivel educativo.
Desafortunadamente la violencia intrafamiliar es un fenómeno de ocurrencia mundial en el que las mujeres, los niños y los ancianos son los grupos más vulnerables.
Al iniciarse el aislamiento social en México para evitar la propagación del virus, a mediados de marzo de 2020 por el COVID-19, se esperaba el incremento de la violencia intrafamiliar en los hogares y la predicción se cumplió. Esto implicó que las personas que no realicen actividades esenciales, deben quedarse en casa, y esto llevó a las mujeres vulnerables a confinarse en su entorno de violencia.
Hay cifras que muestran que se incrementó el ingreso a los refugios en un 5% y un aumento del 60% en orientaciones vía telefónica, redes sociales o correo electrónico. Así como, se incrementaron en un 7.2% las detenciones por violencia intrafamiliar. Por esta razón, la SEGOB acordó que los refugios, comisiones y centros de apoyo a las mujeres víctimas de violencia no podían frenar sus servicios en esta contingencia y se le consideró esenciales, por lo que la Red de refugios opera con normalidad.
Efectos en la salud física – Las agresiones violentas producen lesiones, heridas, fracturas, quemaduras, lesiones neurológicas por golpes en la cabeza, minusvalías físicas, el estrés y la tensión permanente ocasiona dolores de cabeza o de espalda, insomnio, pesadillas, alteraciones en la alimentación. Muchas personas maltratadas terminan sufriendo dependencia de analgésicos u otros medicamentos, del alcohol y otras drogas. Son frecuentes las diarreas crónicas, la malnutrición o desnutrición, y el retraso en el crecimiento en niños.
Efectos en la salud emocional - Las personas que sufren maltrato padecen con frecuencia depresiones, dependencia emocional, ansiedad, fobias y ataques de pánico por el miedo o el terror. Los niños suelen tener dificultades para el estudio y para concentrarse, sufrir pesadillas durante el sueño y tener dificultad para relacionarse entre otros daños psicológicos.
Las personas violentas lo son por motivos culturales, y no naturales. Las personas que viven en un entorno violento y sufren agresiones, tienen más probabilidad de convertirse en agresores a su vez.
El consumo de alcohol y otras drogas no son la causa de los malos tratos, pero al desinhibir al agresor, desencadenan más fácilmente la situación.
Si usted sufre o ha sufrido actos de violencia física, agresión sexual o psicológica, debe de hablar con familiares o amigos, y debe denunciarlo.
Es importante saber que el derecho actual protege a las personas agredidas, y que puede dejar su domicilio sin que se considere abandono del hogar, pero debe de presentar la demanda de separación o la solicitud de medidas provisionales al juez, antes de 30 días.
En caso de riesgo de agresión en el entorno doméstico, puede solicitar al juez la adopción de medidas provisionales.
Si teme nuevos ataques o agresiones, puede solicitar una orden de protección que, en menos de 72 horas, pondrá en marcha medidas cautelares contra el agresor y permitirá que la persona agredida obtenga ayuda social o económica. Tiene valor de 30 días, ampliable a otros 30 días. También puede solicitar acogida en una casa o un refugio para mujeres.
Puede denunciar tanto las agresiones físicas como las psicológicas.
En caso de adultos conocedores de la situación de maltrato a un menor, deben de comunicarlo a los servicios sociales o policiales, o trasladar al menor a un hospital pediátrico para que lo ingresen y atiendan.
Es muy importante que la persona que sufre violencia doméstica anote todos los hechos, dando datos de fechas, testigos.
Debe guardar todos los informes médicos de agresiones anteriores.
SOLICITAR APOYO PSICOLÓGICO.