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Las personas optimistas suelen afrontar de manera más efectiva los problemas con los que se encuentran, por lo que, el optimismo ha demostrado ser un predictor de buena salud.
Tipos de optimismo
Factores que afectan el bienestar
Personalidad: según Myers (2000), gran parte del bienestar subjetivo está determinado por la personalidad.
Riqueza: el dinero no da la felicidad. A nivel personal, incrementos en la riqueza no se asocian a aumentos de la felicidad. De hecho, los que tienen gran deseo de dinero son más infelices que aquellos que no lo desean tanto
Relaciones interpersonales: tener relaciones íntimas con otras personas es una necesidad humana básica y esencial. La mayor parte de la gente es más feliz cuando tiene relaciones significativas que cuando no las tiene
Consecución de metas: entre ellas, las de aproximación y las personales generan mayor bienestar.
Los optimistas utilizan en mayor medida estrategias dirigidas a la solución directa de los problemas, sobre todo cuando sienten que tienen control sobre la situación. Esto es, cuando creen que pueden hacer algo para cambiar la situación problemática. Por ello, actúan y luego evalúan. Sin embargo, los pesimistas evalúan y luego, si las expectativas les convencen, actúan (Sanna, L., 1996).
Las emociones positivas se asocian con aumentos en la Inmunoglobulina A. Este es un anticuerpo considerado como la primera línea de defensa frente a las enfermedades. Pero no solo hay efectos directos de estas emociones, sino también subjetivos.
Así, las personas que se sienten felices:
· Informan de menos síntomas físicos que las que se perciben tristes. A estas, los síntomas les producen mucho más malestar
· Se consideran menos vulnerables que las tristes, lo que les puede llevar a realizar menos conductas de mantenimiento de la salud
· Se perciben más capaces de implicarse en conductas promotoras de la salud y tienen más confianza en que estas aliviarán su enfermedad
Existen tres mecanismos que buscan entender la correlación entre ambos aspectos:
Mecanismo fisiológico: los optimistas tienen menor reactividad cardiovascular ante el estrés y un mayor estatus inmunológico; es decir, un mayor número de defensas biológicas. Y, por tanto, menos problemas de salud
Mecanismo emocional: la relación entre optimismo y salud es indirecta, a través de los estados emocionales. El ánimo negativo se relaciona con un peor funcionamiento de los sistemas inmunitario y cardiovascular
Mecanismo conductual: los optimistas realizan conductas promotoras de la salud en mayor medida que los pesimistas. Tienen una mejor salud porque realizan más conductas saludables, como hacer ejercicio, beber con moderación, dieta equilibrada y evitación de conductas de riesgo.
“ Si la mente está tranquila y ocupada con pensamientos positivos, es más difícil que el cuerpo enferme ” Dalali Lama