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El trastorno límite de la personalidad (TLP) o borderline es una trastorno mental caracterizado por la dificultad en la regulación de las emociones. Esta dificultad provoca cambios pronunciados en el estado de ánimo, impulsividad e inestabilidad, problemas de autoimagen, y relaciones interpersonales inestables.
En los últimos años se ha vuelto frecuente el mal diagnóstico del TLP, por inflación de casos, diagnosticando como tal otras entidades clínicas por no decir otras situaciones que no son, en si mismas, patológicas como niños consentidos, maleducados, psicópatas que no son trastorno límite de personalidad y todo aquella situación que aparece en nuestras consultas y que sin duda, se debe tener muy claro la sintomatología y que deben presentarse la mayor parte de los síntomas para poder hablar de la posibilidad de una personalidad borderline.
El trastorno límite es un conjunto de diversos factores y circunstancias genéticas, bioquímicas, neurofisiológicas y también aprendidas, trasmitidas y moduladas de una forma dinámica desde la infancia a la etapa adulta, no siendo desdeñable una vulnerabilidad en el sujeto que padece trastorno límite de la personalidad.
Sustrato psicosocial
• Esfuerzos en evitar abandono
• Relaciones interpersonales inestables e intensas con alternancia entre idealización y devaluación
• Alteración identidad.
• Inestabilidad afectiva debido a una gran reactividad.
• Sentimientos crónicos de vacío.
• Ideas paranoides o síntomas disociativos transitorios relacionados con el estrés.
Todos estos criterios dificultan la relación con los demás y consigo mismos.
Sustrato biológico
• Impulsividad incontrolable y que frecuentemente llevan consigo un peligro.
• Conducta o ideación suicida y/o automutilante.
• Ira inapropiada
• Observación: los fármacos anti-impulsívos no actúan cuando estas conductas son utilizadas como chantaje o manipulación.
Todos estos criterios complican o impiden la relación con los demás o consigo mismos. Estos síntomas, agrupadas o no, con mayor o menor intensidad, a lo largo de toda su vida y que se caracterizan por dificultar la “relación consigo mismos”, lo que favorece su sentimiento subjetivo de abandono, el deterioro de su auto estima, el abandono de los tratamientos, justifica su ira inapropiada, la alteración de su identidad, la necesidad de auto-lesión, etc.
Por otra parte existe la dificultad en e diagnóstico apropiado porque hay Síntomas escondidos en la relación consigo mismos -como lo es, el AUTOENGAÑO- que es la manera que tienen los pacientes de negar, de no darse cuenta de la situación que viven, de desplazar el aquí y ahora de pensar que lo que hacen y lo que viven es lo bueno y lo cierto y que no les perjudica.
EL MIEDO A SI MISMOS es, por el contrario, la percepción que les da la experiencia de haberse complicado la vida, y haberla arruinado. Este síntoma es también el resultado de integrar y vivenciar ese sentimiento crónico de vacío que les amenaza, que les lleva a no reconocerse, a sentir la angustia vital del “no ser”, a interiorizar con perplejidad y estupor el “hueco existencial” de la “nada”.
LA TOMA DE DECISIONES ERRÓNEAS - es otra característica ya que entre dos alternativas, eligen siempre la peor.
LOS MECANISMOS DE DEFENSA- siendo los mas frecuentes la negación, la proyección y el desplazamiento que repercuten sobre el paciente de una forma dañina al generar una falta de conciencia de enfermedad.
LA INCAPACIDAD PARA ESCUCHAR- es una característica del TLP, el hacer caso omiso de los consejos, pautas terapéuticas, advertencias y todo aquel mensaje positivo que venga del exterior.
LA HERIDA NARCISISTA-la más mínima frustración como una intensa afrenta a su YO, ya que consideran los TLP que nos e les puede contrarias por ser "especiales".
EL REMORDIMIENTO Y LA CULPA- como resultado del estado en que se encuentran y enterarse de las consecuencias de sus actos, de sus conductas y de sus decisiones.
EL SÍNDROME DE ARROGANCIA-una estimación excesiva de sí mismo y no como signo de soberbia sino como una forma defensiva de justificar el rumbo "fuera de control" de su vida.
LA SOMATIZACIÓN- , la sensación de malestar que padecen les obliga a racionalizar su angustia, “llenan” su sentimiento crónico de vacío mediante cefaleas tensionales, alteraciones digestivas, temblores, insomnio, astenia, taquicardias, dificultad respiratoria, etc.
Por último los síntomas escondidos en relación con los demás, que dependiendo de la intensidad con la que se presentan condicionan el ser y el estar en el mundo de estos pacientes, como vivencian a quien les rodea, a su familia, a sus parejas, su medio laboral, sus relaciones sociales. Representa la “imagen” que el paciente da al exterior como interacciona en función de cómo es esta.
DISCUTIR EL PEQUEÑO DETALLE -frecuentemente sus discusiones se enfocan en detalles sin nada de importancia.
EL “OTRO” ES UN SUJETO MANIPULABLE- se presenta esta conducta de manera inconsciente pero les causa ira si el otro no cede a brindarle la atención que espera con su manipulación. Este síntoma esta relacionado íntimamente con la tendencia de oscilar entre el amor y el odio hacia el otro.
LA “SEDUCCIÓN” Y EL “ENCANTO” SUPERFICIAL-es una capacidad inconsciente que les sirve para “enganchar” a determinadas personas y cuando les falla, dada su reiteración y abuso, les provoca una terrible frustración que al no soportarla les lleva a la ira extrema sin proporción.
EL MIEDO AL COMPROMISO- Curiosamente esta situación les lleva a que su soledad vaya en aumento y aparecen los esfuerzos desesperados pora no sentirse abandonados.
NADIE LES ENTIENDE-argumentan esto cuando no se les apoya en sus conductas más disparatadas.
MUNDO IDEAL - cuando a un paciente con TLP le proponemos que imagine su futuro, frecuentemente describirá un mundo fantasioso ajeno por completo a la realidad, lo que lo lleva a vivir una intensa frustración por tener objetivos inalcanzables. Llevándoles seguidamente a pensar que para no conseguir lo propuesto no merece la pena seguir luchando, y ese pensamiento favorece el abandono de las terapias. De ahí que sea trascendental el planificar las terapias con objetivos fácilmente alcanzables y a corto plazo.
Muchas personas con este trastorno mejoran con el tiempo con tratamiento psicológico, en algunas ocasionas también es necesario el tratamiento psiquiátrico y solo en casos extremos requieren una hospitalización temporal. Con tratamiento las personas con TLP pueden aprender a vivir una vida plena. Si conoces a alguien con este trastorno o tu lo padeces, solicita el apoyo de un profesional.