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Todos sabemos que la comunicación es la base de una buena relación. Pero el asunto no está solo en comunicar, sino en la forma en que se hace. Las diversas investigaciones acerca de las relaciones de pareja, han evidenciado que el éxito o el fracaso de una relación se puede predecir analizando la forma en la que una pareja se comunica.
La comunicación no asertiva es extremadamente frecuente desafortunadamente- en todos los ámbitos : laboral, familiar, en pareja, con amigos, etc. Debido a que cada persona forma sus creencias en base a su cultura, a su familia, a sus experiencias personales, a los sucesos traumáticos incluso que se tenga al respecto, a su personalidad, etc. Por lo que para mejorar la comunicación se requiere trabajo, pues el hecho, de sentirse enamorado no es un estado estable ni permanente, y debemos aprender a tener una comunicación asertiva.
Sin embargo, como resultado de muchas investigaciones el psicólogo clínico John Gottman y quien se ha dedicado a estudiar la predicción del divorcio y la estabilidad conyugal a lo largo de su carrera profesional, señala que: " no sólo importa cómo pelean las parejas, sino cómo se reconcilian". “Los matrimonios se vuelven estables a través del tiempo, siempre y cuando las parejas aprenden a conciliar con éxito sus diferencias después de una pelea”, asegura. Así que entendamos que a iniciar una discusión, no es intentar que los conflictos desaparezcan, sino aprender a manejarlos y solucionarlos, es decir, saber pelear.
1) Críticas: el primer error al iniciar una discusión es criticar a la pareja como persona y no la situación o el problema en particular. En este caso, el mensaje decimos algo así como “eres un egoísta por hacer eso”, mientras que la forma apropiada al comunicarnos es : “me molestó que hicieras esto porque…”.
Las generalizaciones y los ataques personales son formas de comunicación muy distintas a las molestias o los desacuerdos sobre un determinado comportamiento o una situación. Señalamientos como “inmaduro”, “inseguro”, “egoísta”, “manipulador”, "mentiroso", etc., son ataques que desatan este ciclo de críticas destructivas y nos alejan de la solución. En resumen, pretender cambiar a la persona o criticarla en su totalidad es el primer error, el cual, además, desencadena otros.
2) Desprecio: Una vez se abre la puerta a la comunicación por medio de la crítica, puede aparecer fácilmente el desprecio utilizando las descalificaciones. Para esto no es necesario criticar a la pareja verbalmente, bastan gestos, miradas, burlas o comentarios que transmiten la idea de superioridad o de rechazo. Estos comportamientos evidentemente generan reacciones de la otra parte, quien puede responder con desinterés, temor o falta de atracción física.
3) Defensividad: Este es el tercer error que predice el fracaso. La manifestación de esta actitud se evidencia al buscar excusas y negar la responsabilidad de las conductas descritas anteriormente. El estrés, los problemas laborales y la falta de tiempo, son algunos de los argumentos en que la pareja se escuda para no aceptar sus conductas negativas. Inclusive, la persona que está a la defensiva, tenderá a culpar a su pareja y de actuar como víctima.
4) Desapego emocional- El último error significativo, es el desapego o el desinterés emocional. En ocasiones, la pareja prefiere ignorar y ser indiferente en lugar de enfrentar los problemas. Pero la resignación ante los conflictos trae como consecuencia implícita los resentimientos hacia la pareja, y lleva a una frialdad en la que muchas parejas se mantienen por comodidad, temor y apego, pero no por amor.
Frecuentemente tenemos comportamientos inconscientes, tal vez porque así los aprendimos en la familia, tal vez en experiencias anteriores, y/o simplemente no aprendimos una comunicación asertiva para manifestar nuestras emociones, y cometemos los errores más frecuentes al discutir con nuestra pareja, así en tu relación amorosa, no se augurará un final feliz,. Si necesitas ayuda, consulta a un profesional.