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Inicio dando "Honor a quien honor merece ", mencionando a León Festinger (1919-1989) quien aportó e impactó de manera significativa a la Psicología social - con su Teoría acerca de la disonancia cognitiva y que ha tenido múltiples aplicaciones en áreas tales como la motivación, la dinámica de grupos, el estudio del cambio de actitudes y la toma de decisiones. En su teoría, señala que .. " en la mente de los sujetos se puede distinguir una serie de conocimientos o elementos (cogniciones) «... es decir todo lo que una persona sabe acerca de sí misma, de su conducta y de sus circunstancias» y que algunos de estos conocimientos pueden ser contradictorios, no solamente desde el punto de vista lógico, sino también desde el psicológico, entre sí, p. ej., la idea de que el reglamento de la circulación ha de ser respetado puede estar en contradicción con el conocimiento de que en este momento me estoy saltando un semáforo rojo ". Esta contradicción es lo que este autor denomina disonancia cognitiva. Cuando hay disonancia cognitiva, el sujeto se ve motivado a reducirla. Para ello ha de cambiar su conducta, si ello es posible, y si no lo es, lo cual ocurre en muchos casos (por ejemplo al evaluar un hecho ya acontecido, por la incapacidad de actuar sobre el pasado), entonces tratará de cambiar sus creencias o la valoración de las mismas. Es cuando entramos en un conflicto con respecto a nuestra toma de decisión, pero para que ésta sea disonante necesita ser forzosamente relevante para nosotros.
Aplicando la teoría de la Disonancia Cognitiva a las relaciones de pareja, encontramos que cada uno de los integrantes de la pareja desarrolla ciertas expectativas con respecto al otro y, con el tiempo, en ocasiones, el comportamiento, las palabras o la manera en la que la pareja demuestra su amor tiende a interpretarse mal. Cuando ocurren los conflictos, las parejas tienden a culparse el uno al otro en lugar de pensar en la situación como un problema que pueda solucionarse. A medida que los conflictos se presentan, las parejas van perdiendo de vista los aspectos positivos que su pareja les aporta y llegan a dudar de la propia relación y dejan pasar la oportunidad de aclarar el problema y mejorarla. Entre las expectativas que suelen tener las personas en su relación de pareja es intimidad, compañerismo, aceptación, apoyo, etc. y llegan a ocurrir situaciones en las que se genera desilusiones, interpretaciones inadecuadas y malestar emocional que impactan en el tipo de comportamiento que se tiene hacia el otro y que empeora la manera en la que se comunican.
Cuando se asume lo que la otra persona piensa o siente, se hace uso de una distorsión cognitiva llamada “lectura de pensamiento”, esta percepción alterada suele detonar enojo y lleva a condenar a la pareja (“lo hace con intención, es un egoísta”) y, comienzan a aparecer conductas distantes, defensivas o de contraataque hacia la pareja, iniciando el ciclo vicioso que deteriora la relación. Como se puede notar, resulta seriamente peligroso “leer los pensamientos” de la pareja pues se asume, sin contemplar otras opciones, solo la explicación generada en la mente. La “lectura de pensamiento” puede producir ideas inexactas que producen un malestar innecesario y consecuencias aún peores.
Los juicios fuera de las relaciones de pareja, son en su mayor parte moderados y equilibrados pero cuando se está comprometido en una relación íntima se tiende a pensar más primitivamente, debido a que se da por sentado que "conocen tanto " a su pareja que sin ninguna reflexión previa, se hace la "lectura de pensamiento" y en muchas ocasiones es erróneo.
Algunas de las distorsiones cognitivas más frecuentes en las relaciones de pareja son por :
Abstracción selectiva o filtraje - Se trata de prestar atención a un solo aspecto o detalle de la situación. La información se saca fuera de contexto resaltándose ciertos detalles mientras se ignora información importante. Los aspectos positivos se suelen ignorar, dando más importancia a los aspectos negativos. Por ejemplo, mi pareja no está muy cariñoso esta mañana y pienso “debe estar enfadado conmigo otra vez”.
Pensamiento dicotómico o polarizado - Las experiencias se interpretan como un todo o nada, buenas o malas, un completo éxito o un fracaso total. Por ejemplo, mi pareja me dice que he sido demasiado bueno/a con mi amigo al hacerle un favor y pienso “ todo lo hago mal”.
Inferencia arbitraria - Consiste en sacar conclusiones de una situación que no están apoyadas por los hechos, incluso cuando la evidencia es contraria a la conclusión. Por ejemplo, mi pareja llega media hora tarde a casa y pienso “seguro que ha estado con otro/a, tiene una aventura”.
Sobregeneralización - Uno o dos incidentes aislados sirven para representar todas las situaciones similares, relacionadas o no. Por ejemplo, mi pareja no quiere tener sexo conmigo y pienso “ya no quiere tener relaciones conmigo, no le atraigo, siempre me rechaza ”.
Magnificación y Minimización - Tendencia a exagerar lo negativos de una situación, un suceso o un cualidad propia y a minimizar lo positivo. Por ejemplo, tu pareja te platica que su amigo siempre se está quejando, y piensas, claro por eso le choca que le comparto como me siento porque para el ( o ella ) eso es quejarse.
Personalización - Se atribuyen sucesos exteriores a uno mismo cuando no existen suficientes pruebas para llegar a esa conclusión. Lo que conocemos como "ponerse el saco" . Por ejemplo, mi pareja me dice que un amigo suyo habla mucho y pienso “le molesta cuando le cuento mis problemas”.
Visión de túnel -Algunas parejas ven sólo aquello que ellos desean ver o lo que se ajusta a su estado mental. Se atribuye a todo una mala intención. Por ejemplo, si tengo la idea de que mi pareja tiene que satisfacer todas mis peticiones sexuales, me puede parecer egoísta por su parte que él/ella me pidan algo a mi.
Explicación sesgada - Este es un pensamiento casi suspicaz que las parejas desarrollan durante momentos de conflicto, en el que existe una suposición automática de que su compañero tiene una razón para actuar. Por ejemplo “ mi pareja está actuando de una forma muy cariñosa porque quiere que luego haga algo que odio hacer”.
Etiquetas globales - Consiste en poner etiquetas globales a nosotros mismos o a los demás sin tener en cuenta otros matices. Por ejemplo, a mi pareja se le rompe un vaso fregando y pienso “es que es muy torpe”.
Lectura de la mente- Este es el don mágico de ser capaz de conocer lo que los otros están pensando sin comunicación verbal. Por ejemplo, “se lo que está pensando, que no quiere ir el domingo a comer a casa de mis padres”. Lo que hace complejo este tipo de pensamientos y por ellos se entra en disonancia cognitiva es que son automáticos y muy difíciles de identificar y controlar.
Para que la comunicación sea asertiva y asegurar que esta fluya, se pueden aplicar las siguientes técnicas :
1) Preguntar - Generalmente no lo hacemos. Si tienes alguna duda es mejor que preguntes directamente a tu pareja y no presupongas, pues, como hemos visto, la conclusión que puedes sacar podría estar influída por pensamientos irracionales.
2) Parafraseo.- Consiste en repetir el contenido de lo que te ha dicho tu pareja para que te lo aclare mejor o para que perciba que lo hemos entendido. Por ejemplo, después de una discusión, se puede hacer un resumen para asegurarnos que la comunicación fue clara:, por ejemplo : “lo que me estás diciendo es que la próxima semana tendrás mucho trabajo y pasarás menos tiempo en casa, ¿correcto?”.
3) Feedback ( retroalimentación )- Simplemente utiliza expresiones como “comprendo”, “te escucho”, “vale”, “de acuerdo”, para mostrar tu interés y que la otra persona se de cuenta de que estás escuchando.
Si estás atravesando por situaciones de conflicto con tu pareja, y les ha resultado más difícil llegar a mutuos acuerdos, no lo dejen pasar, busquen ayuda profesional.